En el día de hoy, ésta, mi columna debería tratar sobre las nuevas tecnologías, y de hecho, lo hará, aunque mejor digamos que ‘’entre comillas’’.
Mi tatarabuelo murió en 1903. Hace unos días recibí un e-mail anónimo de un supuesto hombre de avanzada edad informándome de que estaba orgulloso de mí. Soy periodista, y además una hoy en día puede recibir adulaciones o quejas de cualquiera por muy simples o muy extravagantes que sean por lo que no me extrañé demasiado. El caso es, que le respondí para zanjar la cuestión. Pero los e-mails continuaron, uno detrás de otro, y esta vez más alarmantes, relatándome hechos que solo mi familia sabía, y explicándome a través de ellos, por qué estaba orgulloso de mí. Obviamente, el miedo comenzó a apoderarse de mí, incluso llamé a la policía, pero fueron incapaces de identificar el mandatario. En el último e-mail que recibí, aquella persona por fin firmó, Postdata: De tu tatarabuelo, que te quiere, Ezequiel Escudero Sánchez.
Os imaginaréis mi reacción ante esto; después de todo lo que me había contado, de todos los e-mails, y de aquella ultima firma, no pude si no creer finalmente que aquel extraño hombre era, en verdad, mi tatarabuelo, y aunque creáis que estoy loca, hay algo que no me podéis negar, y es que, la tecnología hoy en día llega a todas partes.
Paula Escudero Ruiz, Periodista.
Hay muchas columnas de prensa que son como microrrelatos (y no "minirealtos"); si te acuerdas del de Millás, el del teléfono móvil que le suena al difunto, ese era una columna periodística. Este parte de una buena idea, pero le falla la prosa.
ResponderEliminarJo Nacho, era mio, pero si me dices eso no lo presento :(
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